Así, para que Google indexe tu web en sus resultados de búsqueda es necesario que ésta tenga contenido, ya sea texto, imágenes, video o cualquier otro tipo. Este contenido será analizado por Google y el resto de los buscadores para posicionarte de acuerdo a la relevancia que asigna a tu página dentro del nicho correspondiente. Es por esta razón por la que ‘el contenido es el rey’ y uno de los factores más influyentes en la Optimización SEO On Page.
En este escenario, saber optimizar el contenido de una web de cara al SEO es esencial para lograr un buen posicionamiento y atraer más tráfico hacia tu web. Así que te estarás preguntando ¿cómo optimizar el contenido de mi site para SEO? Sigue leyendo.
Las palabras clave para optimizar los contenidos
Para poder optimizar el contenido debemos enfocarlo hacia una keyword principal, así como hacia otras keywords secundarias relacionadas, siempre de forma natural, sin abusar ni caer en el temido SPAM. Es importante hacer un estudio o keyword research para seleccionar las mejores palabras clave para nuestro contenido con el fin de maximizar los resultados
Para indexar y categorizar las paginas, Google analiza todo el contenido de una página para seleccionar aquellas palabras clave que puedan resultar más relevantes en el contexto y son las que mostrará a los usuarios. Por ello no hay que caer en el Keyword Stuffing ni hacer un contenido antinatural en dónde sólo hay palabras clave. La idea es desarrollar un contenido natural con una palabra clave principal alrededor de la cual gire el texto y en el que se incluyan otras keywords secundarias relacionadas por las que también nos puedan buscar los usuarios.
En este sentido, lo ideal es que las keywords aparezcan varias veces a lo largo del texto, pero no es esencial fijar una densidad de keywords para nuestro contenido. Como decíamos, la idea es que sea un contenido natural en el que las palabras clave aparezcan también de forma natural. No es normal que la keyword principal aparezca sólo una vez ni tampoco lo es que aparezca cincuenta veces.
En resumen, debemos estudiar keywords con intencionalidad que potencien y atraigan el trafico y que mejoren nuestro posicionamiento en buscadores e incluirlas en nuestro contenido de una forma natural.
Optimización de los títulos
El título de los contenidos es uno de los elementos más importantes por dos razones. En primer lugar a nivel optimización, ya que gracias al título los buscadores determinarán el tema de la pagina. Pero también es importante a nivel de tráfico, ya que un titulo atractivo y relacionado con la búsqueda atraerá un mayor número de visitantes.
Entonces, ¿cómo optimizo el titulo de los contenidos para SEO? En primer lugar, es esencial que el título cuente con la palabra clave principal designada para el contenido. ¿Por qué? Porque será una de las primeras cosas que indexe Google ya que, como comentábamos, es de dónde saca el tema del que trata, y su consistencia con el resto del contenido mejorará el posicionamiento. Sin embargo, esto no debe restarle naturalidad. Al igual que el resto del contenido, es imprescindible que el titulo sea natural no sólo para los buscadores, sino también para los usuarios.
Optimizar los contenidos con la inclusión de encabezados
Otra forma de mejorar el posicionamiento de nuestras keywords es a través de los encabezados, también conocidos como headers. Estos encabezados actúan en el contenido como una guía tanto para los usuarios como para los propios buscadores. Son como pequeños títulos dentro del contenido con los que podemos organizar diversos puntos y estructurar el texto de una forma más cómoda.
Pero también son un espacio ideal para ubicar nuestras keywords. De esta forma, el encabezado H1 es el más importante para los buscadores, seguidos del H2, el H3 y así sucesivamente. Por ello nuestra palabra clave principal deberá ir en el H1, dejando el resto de encabezados para otras keywords secundarias.
Pero como en los puntos anteriores, la clave reside en la naturalidad. No hay que poner encabezados porque sí, únicamente cuando sean importantes para estructurar el contenido en diferentes secciones.
Imágenes y otro contenido multimedia
Aunque muchas veces obviamos esto, las imágenes, videos y demás son también contenido y, como tal, contribuyen al SEO. Sin embargo, tienen una particularidad, y es que Google no puede interpretar las imágenes, por eso tenemos que darle una pequeña ayuda. De esta manera, es importante utilizar palabras clave relacionadas con la imagen tanto en el nombre del archivo como en las etiquetas de ‘Titulo’ y ‘Alt’, de esta manera, Google sabrá de qué tratan las imágenes.
Otro aspecto importante a tener en cuenta respecto de las imágenes es el tamaño. Optimizar el tamaño de las imágenes utilizadas en el contenido evitará reducir la velocidad de carga de la página, un elemento esencial para el SEO hoy en día.
La clave de la optimización: naturalidad y calidad
A lo largo de este post hemos repetido hasta la saciedad la importancia de que el contenido y todos sus elementos se dispongan de forma natural. Desde la aparición de Google Panda la calidad y la naturalidad se han convertido en eje de los buenos contenidos. Por ello, optimizar el contenido es vital, pero siempre teniendo en mente que deben ser naturales ya que la idea es, en realidad, atraer al usuario. Eso es lo que buscan Google y el resto de buscadores y hay que tenerlo claro.
Un contenido de calidad es igual a un contenido natural. Emplear una buena ortografía, una estructura correcta y lógica atraerá a los usuarios y a Google. Evitar la sobreoptimización es clave para lograr un buen posicionamiento SEO de nuestros contenidos. Por todo ello, un contenido de calidad será aquel que es útil para el usuario, que responde a sus necesidades y que lo hace de forma natural y lógica para él.
Aquí cabe mencionar la extensión del contenido en texto. No hay unanimidad sin embargo la mayoría está de acuerdo en que el mínimo de palabras para optimizar el contenido es de 300. Cuantas más palabras, mejor lo indexará Google. Sin embargo, volvemos a lo de siempre: naturalidad. No es lógico escribir 3.000 palabras sobre la mejor forma de llevar una mochila escolar. Hay que hacer un texto adaptado al usuario, que sea lo suficientemente extenso como para cubrir bien el tema a tratar pero no tanto como para que llegue a aburrir al lector.
