Todavía recuerdo cuando me compré mi primer coche. Fuí a visitar varios concesionarios, ojeaba folletos y hablaba con el comercial de cada casa para recopilar información de cuál podría ser el mejor modelo para mí. En cada visita, siempre me llevaba a casa un folleto subrayado con las características del coche, el precio y por supuesto, la forma de financiación. Esa, era la metodología que tenías que llevar a cabo si querías comprarte un coche, aparte de preguntar a familiares y amigos además de conocidos expertos en la materia. Pero eso era antes. Ahora ya no.
Ahora los consumidores están superinformados, a veces mucho más que los propios comerciales de cada marca. Concretamente, según Google, más del 90%. No es culpa de ellos. Vivimos en la era de la información, donde además del contenido generado por cada casa comercial, existen ingentes cantidades de blogs de expertos, asociaciones de fans o probadores profesionales de vehículos, seguido de un largo etcétera de generadores de contenido propio que eclipsan casi por completo la sabiduria del propio creador de cada coche. Algo bueno para todos, sin duda cabe, pero no tanto para las anticuadas estrategias de marketing que todavía se están llevando a cabo en el sector automoción.
Antiguamente estábamos acostumbrados a una relación de un sólo canal, la visita al concesionario y quizás posteriormente, si acaso, una llamada telefónica para ultimar detalles con el vendedor. Ahora, los usuarios buscan en internet, preguntan por twitter, revisan fotos del modelo en diferentes colores en facebook, miran vídeos para ver su rendimiento en youtube, piden recomendaciones y sugerencias a los amigos por whatsapp y al final, cuando llegan al concesionario poco le queda al comercial por decir, por decir algo.
Estos, son algunos de los datos más relevantes que podemos destacar para el marketing del sector automoción:
Esos, son los nuevos retos a los que se enfrentan las estrategias de marketing digital del sector automoción, un nuevo paradigma en el que el usuario está permanentemente buscando información y contenido en internet, no sólo por el mero hecho de aprender o de conocer mejor el producto por el que va a pagar, sino también por placer y por entretenimiento. Aquí es donde el concesionario no puede esperar al usuario de brazos cruzados, sino que tiene que salir a su encuentro dándole exactamente aquello que este necesita, convirtiéndose en una referencia para él y sobre todo, recuperando la confianza y credibilidad como experto en su propio sector.
Mucho de esto tiene que decir aquí el Inbound Marketing, no cabe duda, proporcionando a ese usuario sediento de conocimiento cuanto saber cabe en su empeño por tomar la decisión más acertada. La clave, ofrecer al usuario, mediante una estrategia bien planificada, contenidos de valor y gran calidad que satisfagan sus necesidades, para ganar así su atención, su interés y su confianza. Mientras tanto, nosotros, vamos conociendo un poco más a ese usuario, cliente potencial que tiene unas demandas y requisitos muy específicos, pudiendo así, como si se tratase de una cirugía de precisión milimetrada, configurar una oferta hecha a medida, para finalmente seducir al cliente y traer su coche a la realidad. A la virtual no, a la otra, al menos por el momento.
Por otra parte, el avance de la propia tecnología, la inteligencia artificial y los dispositivos conectados, están modificando la propia concepción que la sociedad tiene de los vehículos personales y de la forma de desplazarse, suponiendo en sí mismos un nuevo reto al que es necesario hacer frente. Nada que decir viendo el auge de compañías como Uber, por citar alguna, o el acuerdo entre Seat y Amazon para vender coches en su tienda online. Esto supone la necesidad de volver a reinventar la rueda y redescubrir al usuario la satisfacción y sensación de libertad que ofrece la conducción, aprovechando las posibilidades que las nuevas tecnologías ofrecen para dar nuevas y mejores experiencias a un usuario que por otro lado, está deseando que le hagan caso. Estos son los retos de la era moderna para el sector automoción, usuarios superinformados que ya no quieren conducir. Pero como siempre, todo es cuestión del punto de vista y a la vista, todavía existe un futuro lleno de posibilidades para el Inbound Marketing y el sector automoción.